La insuficiencia cardíaca (IC) es la incapacidad del corazón de llenar o bombear sangre en los volúmenes adecuados para satisfacer las demandas del metabolismo celular o, si lo logra, lo hace a expensas de una elevación crónica de la presión de llenado de los ventrículos cardiacos. La IC es un síndrome que resulta de trastornos, bien sea estructurales o funcionales, que interfieren con la función cardíaca. No debe confundirse con la pérdida de latidos, lo cual se denomina asistolía, ni con un paro cardíaco, que es cuando la función normal del corazón cesa, con el subsecuente colapso hemodinámico, que lleva a la muerte. Debido a que no todos los pacientes cursan con sobrecarga de volumen en el momento de la evaluación inicial o revaluaciones subsiguientes, se prefiere el término insuficiencia cardíaca por sobre el más anticuado término insuficiencia cardíaca congestiva.
Para que ocurra una insuficiencia cardiaca, debe haber una lesión o falla corazón sin resolverse que comprometió su habilidad de funcionar como una bomba. El origen o causa de esto puede ser un corte o pausa en el abastecimiento de sangre. Un aumento en el trabajo debido a la alta presión sanguínea causada por válvulas que no estén funcionando o por una predisposición genética. La insuficiencia cardiaca puede empeorarse por una pobre o insuficiente dieta y el estilo de vida. Véase el esquema de abajo como ejemplo de su desarrollo.
